En esta ocasión os presento una serie de artículos (este es el primero) donde jugaremos con las palabras (pensamientos encerrados en letras y sonidos que resuenan en nuestra mente).
Mi misión es invitaros a transformar NUESTRO PENSAMIENTO, a cambiar nuestro discurso verbal y mental y poner el foco en nosotros, nuestras intenciones y nuestras actitudes, sin importarnos los resultados. Sólo con buenas intenciones podemos provocar cambios en nuestro interior. Focalizando toda nuestra energía en el cambio, conseguiremos creer en ese cambio y por efecto rebote todo cambiará a nuestro alrededor.
Llevo tiempo impartiendo cursos a familias y en casi todos, las familias me comentan «No sé que hacer con mi hijo», «He probado de todo y no me funciona nada», «Creo que no va a cambiar la situación jamás». Viven la experiencia de HACER DE TODO Y no ver ningún cambio en la convivencia familiar.
Alguien que leyera estas frases pudiera pensar que hablan padres y madres de hijos e hijas adolescentes. Pues tengo que confesaros que recibo estas frases de padres y madres de hijos con todas las edades. Ya sabéis que trabajo en una escuela infantil de la Comunidad de Madrid. Ya algunas familias me comentan que no saben qué hacer con su hija o hijo que tiene 2 años porque hace lo que le da la gana.
Deseo escribir estas líneas para rescatar y dar valor a todo aquello que hacemos padres, madres y profesores, aunque nuestra sensación sea de «no conseguir nada«.
En primer lugar recuperar la realidad existente en el día a día. Si no, como madre, padre o profesor que intentas educar, plantéate cuántas cosas, iniciativas, ideas, propuestas haces, diseñas y llevas a la práctica. Deseo FELICITARTE POR TODO ESE TRABAJO AUNQUE TÚ CONSIDERES Y TE DIGAS UNA Y OTRA VEZ «NO CONSIGO NADA».
En segundo lugar invitarte a que pienses y visualices aquello que deseas conseguir. Cuál es el resultado que esperas, con qué estarías contento. Por si no lo sabes, la visualización es una práctica más que fomenta que tu cerebro se comporte de una determinada manera para encaminarte a conseguir aquello que deseas. Cuanto más clara sea la visualización, más sabrás cómo hacer para conseguir aquello que programaste.
En tercer lugar, recordarte que aquello TU programes y persigas para la educación de otra persona , no tiene por qué coincidir con la manera de expresar ese aprendizaje en la persona con la que trabajaste. Es decir, en muchas ocasiones me he encontrado con familias que me cuentan que diseñaron planes de acción con sus hijos para conseguir algo, y resulta que los hijos han entendido otro mensaje y el resultado no es el esperado por los padres. SIEMPRE DEBEMOS TENER CLARO EL MENSAJE QUE DESEAMOS TRANSMITIR Y SER CONSCIENTE QUE PUEDE QUE SE COMPRENDA DE OTRA MANERA A COMO NOSOTROS LO ENTENDEMOS.
En cuarto lugar y para terminar, deseo invitarte a que cada día al terminarlo, si puedes y te apetece escribas o hagas un repaso mental de todas aquellas actitudes que has tenido a lo largo del día con aquellas personas con las que te rodeas (hijos, alumnos, familia, compañeros de trabajo…), nombra o escribe todas las cosas que has hecho en este día (hayan conseguido tu objetivo o no, pero hechas están) y las sensaciones que te han provocado hacerlas.
Estoy segura que si haces este repaso diario, será casi imposible que opines «NO HE CONSEGUIDO NADA». Y también creo firmemente que haciendo este repaso te ayudará a sentirte más satisfecho contigo mismo, más sereno en tu interior y la sensación de FELICIDAD será un poquito mayor. Como dice mi amigo Gon «Lo importante es trabajarnos nuestros asuntos y no intentar arreglar los asuntos de los otros». Si hacemos todo lo posible por sentirnos satisfechos con nuestras acciones, actitudes y emociones, alcanzaremos niveles mayores de felicidad o como dice Jorge Bucay la sensación de felicidad se traducirá en sensación de SERENIDAD INTERIOR.
Mar Sánchez Rodríguez www.marsanchezpsicologa.com