Desde hace un tiempo tengo un gran interés por el mindfulness. Mi interés viene promovido por compartir con compañeros y amigas la importancia de vivir la vida en el presente y no inmersa en preocupaciones sobre mi futuro o en análisis constante de mi pasado.
Cuando una es madre, educadora y además quiere ayudar o acompañar a descubrir las potencialidades que cada persona tiene, es muy importante situarse en el AQUÍ Y AHORA. Desde la psicología es necesario ir al pasado para entender la conducta problema que aparece y a la cual no damos explicación (o sí depende de cuál sea). Desde el coaching lo interesante es situarse en el presente y mirar hacia un objetivo a cumplir en el futuro.
Cuántas veces vivimos analizando lo que hemos hecho en el pasado, provocándonos estados de tristeza por no conseguir lo que deseamos. Otras inundamos la mente de proyectos para el futuro, de actividades que nos las imponemos como responsabilidades personales que lo único que nos acarrean son sentimientos de estrés.
Vivimos en un mundo algo loco, donde lo que prima es el activismo. Desde esta manera de vivir, no nos queda tiempo de pararnos y escuchar nuestro cuerpo. Cada día descubro lo importante que es la escucha y el silencio, para tomar conciencia de qué sucede dentro de mí. Cómo lo estoy viviendo, qué respuesta física me está provocando.
En las ocasiones en que he hecho silencio y he escuchado a mi cuerpo, ha sucedido algo mágico. Descubro que tomo conciencia de mis pensamientos y los acepto tal cual son, sin juzgar. Les permito que estén. El mindfulness no es una técnica para dejar la mente en blanco. Todo lo contrario. Con el mindfulness se acepta lo que uno es y tiene (ya sean sensaciones o pensamientos). Escuchando mi cuerpo se me rebela qué le pasa y cómo puedo acompañarle.
Os invito a descubrir el mindfulness, a disfrutar de manera diferente de llevar el día. Una pausa en el día haciendo silencio verbal y escuchando a nuestro cuerpo y nuestra mente, nos ayudará a:
- reposar mejor nuestras emociones
- a crearnos estados de tranquilidad
- a conocernos más y mejor sobre quiénes somos
- a dar respuestas a las situaciones y no reaccionar de manera impulsiva a ellas.
- a tener conciencia de cómo es nuestra respiración en cada momento.
Mar Sánchez Rodríguez(www.marsanchezpsicologa.com)